El sector construcción no ve luz. Aunado a la caída del área durante 10 trimestres consecutivos, el desabastecimiento de la cabilla alcanzó en julio niveles inéditos al situarse en 76% de los establecimientos expendedores del producto, dato que revela la "crítica" situación que atraviesa el sector.
Juan Francisco Jiménez, presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción (CVC) indicó que, según un estudio efectuado entre el 14 y el 18 de julio, se concluyó que el déficit de insumos en el sector es "grave" y en algunos de los lugares consultados no han recibido cabillas desde hace dos años.
La incertidumbre en la fecha de entrega del material genera una carencia de inventarios y que los precios se definen cuando las cabillas reaparecen, aun cuando son regulados. "Hay especulación en el mercado porque hay diferentes costos".
Este panorama oscurece aún más el visto en 2010 cuando el suministro de cabillas se sitúo apenas en 40%, por lo que Jiménez propuso abastecer las cadenas de comercialización, liberar las restricciones para importar aproximadamente las 200 mil toneladas que hacen falta de manera inmediata e identificar los proyectos privados para incluirlos en el paquete de la Gran Misión Vivienda Venezuela para así garantizar los insumos y el acceso a financiamiento.
Aunque se afincó en las cabillas, otros insumos también presentan constantes problemas, como el cemento, sobre el cual reportó que en 75% de los establecimientos consultados tenían el producto, e igualmente la piedra que registró una escasez de 58%, y algunos establecimientos aseguraron tener restricciones en cuanto al horario de despacho del material por razones de logística y la arena, material éste con menos problemas, pues 93% de los establecimientos contactados para el estudio, reportó contar con el producto.
Efecto mariposa
La ausencia de las cabillas conlleva a que el sector privado se vea imposibilitado de concluir 237 mil viviendas, de las cuales 122 mil no han iniciado, 40 mil están paralizadas y 75 mil en ejecución; mientras que en el público de los desarrollos urbanísticos potenciales estimados, 14 mil 400 no han iniciado, 22 mil 300 en ejecución y 22 mil están paralizados.
Jiménez también reveló datos extraoficiales de consultas a sus agremiados sobre la actividad privada durante el segundo trimestre, sobre lo que informó que el sector cayó aproximadamente en 15%, mientras que el área de permisos ha disminuido sobre el 60%, lo cual es indicativo de que ha descendido la intención de inversión.
Aunque no hay cifras oficiales al respecto, asomó que entre el sector público y privado se terminaron cerca de 12 mil ó 13 mil viviendas en el segundo trimestre, con lo cual sumarían unas 25 mil durante el primer semestre del año.
Ilógica ley
Durante la presentación, manifestó que la Ley de Regularización y Control de Arrendamiento de Viviendas contiene aspectos "perjudiciales" para la construcción de desarrollos habitacionales, tras lo cual citó el artículo 74 del proyecto, el cual obliga a las empresas constructoras de desarrollos de más de cinco inmuebles a destinar el 25% de las viviendas hechas para el arrendamiento.
Jiménez consideró que lejos de incentivar la participación privada, dicha "imposición" conllevaría al cierre o la paralización de muchas obras.
Fuente: El Carabobeño
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