Nueve dibujos que representan el peligro que implica la manipulación del producto y se implementarán a nivel mundial.
Los productos químicos serán identificados, en forma universal, con nueve tipos distintos de símbolos que se exhibirán en sus etiquetas para alertar el grado de peligrosidad de su uso.
Estas señales reemplazan a los siete que se utilizaban anteriormente. Si bien, en España ya están siendo utilizados desde 2008 para algunos productos, a partir de ahora será obligatorio para todas las compañías químicas a nivel mundial.
Las etiquetas deberán incluir el símbolo correspondiente y el término que indique cuán peligroso puede ser ese producto: “peligro”, para las sustancias más dañinas; o “atención”, para las que sean menos perjudiciales. Además, deben contener la descripción de la sustancia o mezcla tóxica, y todo lo referente a la conservación y manipulación del producto, en las lenguas oficiales de todos los países donde se comercialicen.
Nuevos símbolos
Explosivo: indica que si el producto está en contacto con llamas, chispas, electricidad estática y fuentes de calor, por rozamientos o fricción, puede explotar. Lo mismo puede ocurrir cuando entra en contacto con otros productos.
Inflamable: al contacto con llamas, chispas y electricidad, entre otros, los productos que contengan este símbolo en su etiqueta pueden encenderse y comenzar a arder.
Comburente: se utiliza para catalogar los productos -por lo general, ricos en oxígeno- que al entrar en contacto con sustancias inflamables, son capaces de provocar o avivar un incendio o explosión.
Gas: símbolo nuevo, sirve para indicar que el envase tiene gas a presión, comprimido, sustancia que puede explotar con el calor.
Corrosivo: designa los productos que pueden causar daños serios a los ojos, piel y otros tejidos, así como destruir metales.
Toxicidad aguda: se utiliza para indicar que el producto es sumamente dañino, puede provocar desde dolores de cabeza, náuseas y vómitos, hasta la muerte; y su uso puede tener varias consecuencias para la salud.
Irritación cutánea: las altas dosis de productos que contengan este símbolo en su etiqueta pueden provocar irritación en ojos, nariz, piel y garganta, además de alergias cutáneas, vértigo y somnolencia.
Peligroso por aspiración: la inhalación seguida de un producto etiquetado con este símbolo puede provocar cáncer, además de tener efectos mutágenos en la persona que lo utiliza y en su descendencia. Incide sobre la reproducción, la fertilidad, las funciones sexuales, y puede provocar muerte o malformaciones del feto y dañar el funcionamiento de algunos órganos.
Peligroso para el medio ambiente acuático: con este símbolo se alerta sobre los daños de la utilización del producto en el medio acuático, tanto para especies animales como vegetales.
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