El titanio, un metal cuya propiedad principal es que es más resistente que el acero, a sido generalizado con la industria aeronáutica y del espacio debido a que es capaz de soportar múltiples condiciones extremas y aunque su uso masivo como material de construcción se limita por el costo (ya que es superior que el acero), cada vez se viene utilizando en nuevas construcciones y desde su utilización por el arquitecto canadiense Frank O. Gehry en la construcción del Museo Guggenheim de Bilbao, se viene hablando mucho sobre este material.
Las propiedades de este material hoy lo hace preferido por muchos diseñadores y constructoras, que ven en él no solo que es más resistente al calor que el aluminio y más duro que el acero, pesando sólo la mitad sino que también es abundante en la naturaleza y reciclable, por lo que han empezado a explotarlo como alternativa importante a otros materiales que escasean o se han utilizado mucho en el pasado
En el caso del Museo que hemos mencionado líneas arriba, está recubierto de láminas delgadas de titanio, Gehry quiso desde el primer momento que estas piezas fuesen metálicas. Barajó varias posibilidades que admitían el uso de varios materiales. Decidió no usar acero inoxidable porque decía que no correspondía con el cielo de Bilbao. También descartó la posibilidad de usar cobre y otros metales.Finalmente se decantó por hacer las piezas de titanio, un metal bastante caro que contrasta con los materiales económicos usados en sus primeras obras. La aleación definitiva es de cinc y titanio, existiendo una proporción mucho mayor del segundo metal. Se trata de una chapa cuyo espesor es de un tercio de milímetro y resulta muy manejable. Al ser tan fino, se adapta perfectamente a la curva descrita por el edificio.
Aunque se ha criticado al edificio por su elevado costo y el carácter casi experimental de muchas de las innovaciones que se hicieron en su construcción, que han hecho más caro y difícil su limpieza y mantenimiento, sin embargo la mayoría de las críticas se vieron apagadas por el inesperado éxito que el edificio y el propio museo tuvo a nivel mundial, trayendo a la ciudad enormes beneficios y dimensionando positivamente su imagen a nivel internacional.
Además de su uso en este popular museo, el material se utiliza también, por ejemplo para la construcción del Museo de Arte de Denver y en el año 2004 se terminó de construir en Kronberg (Alemania), cerca de Fráncfort del Meno, el primer edificio con una fachada completa de titanio, además se empleó en el Gran Teatro Nacional de Beijing cuya forma es un domo de titanio y vidrio de 212m de largo, 143 de ancho y 46 de alto, entre otras construcciones sobresalientes.
Fuente | centroamerica.tv
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